Oct 1, 2020
Julia, de seis años, acudía a clases extraescolares para ser una
crack de las matemáticas, de inglés para conseguir trabajo en el
futuro, según decían sus padres, y danza para tener un cuerpo
esbelto. “Mis padres siempre me dicen lo que necesitaré
cuando sea mayor, pero nunca me preguntan qué necesito
ahora”. “¿Y qué necesitas?”. “Llegar a casa y jugar los
tres”.
La educadora emocional Cristina Gutiérrez Lestón, directora del
centro formativo La Granja, afirma que en los últimos años han
aumentado las carencias emocionales de los niños. Tienen menos
autoestima, menos seguridad y más miedo. También son más
egoístas e impacientes, hasta el punto de formar parte de la
generación “Yo, yo”, “ya, ya”, hijos del siguiente paso
después de los “padres helicóptero”: los “padres dron”.
¿Tiene solución? La educadora propone en su libro, ‘Crecer con
valentía’, herramientas para fomentar la confianza y resiliencia
frente a la vida. “Cuando nace un bebé nos invaden todos los miedos
y es normal. Pero tenemos que tomar una difícil decisión:
¿quién quieres que eduque a tu hijo, tu miedo o tú?. Los
miedos también se heredan. Así encontramos dos tipos de
padres: los que allanan el camino para que su hijo no sufra ni
tropiece con las piedras, y los que superan su propio miedo y
preparan a su hijo para el camino”.