Mar 17, 2022
La llamada “pedagogía de emergencia”, creada en
2006 por los Amigos de la Pedagogía Waldorf (Freunder der
Erziehungskunst) de Alemania, consiste en un soporte psicosocial de
primeros auxilios para niños y jóvenes que viven experiencias
traumáticas. En el año 2010, la educadora y experta en
pedagogía Waldorf Anita Isla fue una de las
pioneras en aplicar esta pedagogía de emergencia en Chile, a raíz
de la catástrofe natural provocada por un terremoto y posterior
tsunami. Desde entonces, Anita Isla continúa su trabajo como
educadora y formadora de profesores, que han desarrollado la
pedagogía de emergencia en más de 26 países. “A
través del arte, del movimiento, del tacto, a través de los juegos
rítmicos, de cantos y, sobre todo, a través de cuentos podemos
ayudar a superar un trauma”, describe la investigadora.
En su blog de divulgación detalla metodologías como el juego libre,
el poder terapéutico de los cuentos, el derecho al aburrimiento y
lo que define como “bioecosofía”: la defensa de la vida, el
entorno y la sabiduría. “Debemos devolver a los niños a la
naturaleza, al bosque, a los cerros, porque ellos son el futuro.
Debemos salvar a los niños del déficit de
naturaleza que les provoca ecofobia, miedo al entorno
natural. En los colegios, la ecología y el eslogan
‘Salvemos el planeta’ ya no nos sirve. Necesitamos que los
educadores se transformen en agentes que promuevan todas estas
prácticas para, de verdad, devolverle a la infancia todo esto que
ha perdido”, concluye.