Sep 15, 2020
Algo tan sencillo como una nariz de payaso cambió por completo la vida de Wendy Ramos. Acudió a su primer taller de clown y descubrió algo sorprendente: que ser payaso tenía que ver con mirar al otro de una forma más humana.
Lo comprobó años después, visitando hospitales y cárceles con su grupo de clowns: “El payaso no solo se viste como en el circo, no solo hace chistes. El payaso se desviste por dentro, debe quitarse todas las etiquetas y prejuicios que todos tenemos”, explica. Para ella, esta es la única forma de ayudar al otro, desde la aceptación de la propia fragilidad: “Gracias a eso puedes ver la verdadera belleza que hay en cada persona”, concluye.
Wendy Ramos estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima y fue una de las fundadoras de la compañía teatral ‘Patacláun’, cuyo espectáculo de comedia ácida dio el salto a la televisión peruana a finales de los 90. En 2001 creó la ‘Fundación Bolaroja’, un proyecto educativo y de transformación social a través del clown. Con él puso en marcha el proyecto de clowns hospitalarios ‘Doctores Bolaroja’, con el que realizó numerosas intervenciones culturales y sanitarias en Perú, Nicaragua, Rusia, Isla de Pascua y España. También en cárceles, áreas marginales y poblaciones afectadas por desastres naturales.
Fruto de esta labor social, el Ministerio de Salud peruano la nombró promotora de salud, embajadora de la lucha contra la tuberculosis y embajadora de la ‘Marca Perú’ en 2011. Wendy Ramos es además actriz, guionista, conferenciante y autora del libro inspirado en su blog, ‘Diario de una vaca descarriada’. En 2018 formó parte del elenco de la película ‘Padre no hay más que uno’, del director español Santiago Segura.